Formentera con niños
Queridos lectores, en el post de hoy queremos contaros por qué la isla de Formentera es perfecta también para unas vacaciones con vuestros hijos.
A diferencia de otros destinos turísticos, Formentera mantiene un estilo de vida tranquilo y relajado que la convierte en un lugar ideal para unas vacaciones de ensueño en familia. Esto se aprecia especialmente en junio y septiembre, los meses más tranquilos de toda la temporada. Todos los locales están abiertos, las temperaturas son ideales y el ambiente es mucho menos caótico. ¡No falta nada para unas vacaciones perfectas con niños!
Lo ideal, en nuestra opinión, es alquilar un apartamento en uno de los pequeños pueblos de la isla, donde tendréis todas las comodidades necesarias. Hay muchos supermercados, las playas están muy cerca, y hay parques con columpios y toboganes repartidos por la isla. Sin olvidar las farmacias, parafarmacias y el hospital, todos muy accesibles en caso de urgencia. Sabemos que, con niños, los horarios y necesidades cambian, por eso tener un apartamento con cocina os permitirá ser más libres, independientes y también ahorrar en el presupuesto del viaje.
Para moverse por la isla, lo más cómodo es sin duda un pequeño coche de alquiler; todas las agencias ofrecen sillas para niños para viajar con total seguridad. También la bicicleta puede ser una excelente opción: todas las carreteras principales tienen carril bici y, siempre que el calor lo permita, es una manera estupenda de combinar actividad física y exploración.
Toda la isla respira un ambiente de pueblo pequeño, donde todos se conocen. Cada tarde veréis niños jugando al balón o montando en bici en la plaza de Sant Francesc. A vuestros hijos les será fácil hacer nuevos amigos y descubrir desde el primer día un ritmo distinto. Además, hay varias fiestas patronales que animan la isla: San Juan (24 de junio), San Jaime (25 de julio), Santa María (5 de agosto) y la Virgen del Carmen (16 de julio).
Y no olvidemos el Flower Power… tal vez sin niños, aprovechando una noche con una buena canguro.
Contra todo pronóstico, muchos bares y chiringuitos están adaptados para familias con niños. Un ejemplo es el Blue Bar, en Migjorn. Podréis disfrutar de una vista impresionante mientras saboreáis una copa de sangría y vuestros hijos se divierten en la arena. (¡Cero estrés! Hay una zona infantil cerrada donde jugar sin peligro.)
El mar y las playas son una experiencia inolvidable también para los más pequeños: agua cristalina, arena fina, pececitos nadando cerca de la orilla…
Os recomendamos playas con fondos arenosos, como Es Pujols o Illetas. Allí podréis elegir entre alquilar sombrilla y tumbonas, o llevar las vuestras (ligeras, económicas y a la venta por toda la isla). En cualquier caso, vuestros hijos jugarán con total seguridad, ya que la arena es finísima y los fondos muy poco profundos.
En la isla hay muchos lugares que parecen sacados de un cuento de hadas, tanto para los niños como para los adultos. El faro de La Mola o el de Cap de Barbaria son un buen ejemplo… colores mágicos al amanecer o al atardecer. Y si os gusta la naturaleza, no podéis perderos los muchos senderos y espacios naturales repartidos por la isla. También los mercadillos, con su colorido, música y artesanía, serán momentos de diversión para toda la familia. El más famoso es el mercadillo hippie de La Mola, que se celebra cada miércoles y domingo a partir de las 16:00, de junio a octubre.
No olvidemos que, a pesar de ser una isla famosa por su estilo hippie, Formentera cuenta con todos los servicios necesarios para satisfacer las necesidades de todos los turistas, incluidos los más pequeños.
Solo os queda reservar vuestras vacaciones familiares. Será un momento de merecido descanso en una isla mágica, una experiencia inolvidable también para vuestros hijos.