Formentera y sus faros: un pedazo de historia

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Hoy continuamos nuestro relato sobre las maravillas de Formentera: tanto si ya has visitado la isla como si es tu primera vez, una excursión imprescindible para alternar a los días de playa es, sin duda, una visita a sus faros.
En la isla hay tres, situados exactamente en los extremos norte, este y sur:
- Faro de La Savina, es decir, el del puerto, primer y único punto de llegada a Formentera. Es sin duda el menos característico (y más moderno), pero también la primera construcción visible al llegar, de dimensiones más reducidas en comparación con sus compañeros más imponentes. Encantador para observar la puesta de sol recortarse sobre el perfil de Ibiza.
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Faro de La Mola, prácticamente en el punto más alejado del puerto, se asoma sobre un alto acantilado y se alza frente al mar que se pierde en el horizonte. Las vistas, los colores y el paisaje son tan estupendos como en el resto de la isla, pero la perspectiva es sin duda distinta gracias a su posición elevada. Puedes llegar en moto o en coche (los más valientes incluso en bicicleta), aunque a partir de Es Caló la carretera, aunque ancha, empieza a subir hacia la parte más alta de la isla, y no es fácil para todos los ciclistas. En medio de estas curvas, si te detienes a mirar en dirección al puerto, disfrutarás de una vista espectacular de toda Formentera desde lo alto. Es solo un aperitivo del paisaje encantador que te acompañará hasta el faro una vez pasado el pueblo de Pilar de La Mola, aunque es solo al llegar al faro cuando el espectáculo es verdaderamente completo.
Una placa conmemorativa nos recuerda que Jules Verne ambientó aquí un episodio de “Las aventuras de Héctor Servadac”, lo que demuestra aún más la belleza e importancia (también histórica) de este faro.
Y si te entra hambre, no te preocupes: al pie del faro encontrarás una simpática tienda de regalos y el ecléctico "Codice Luna", el único local en la zona donde podrás refrescarte y comer algo rico. -
Faro de Cap de Barbaria, para algunos quizás aún más evocador que el anterior, es más imponente con una altura de unos 18 metros. Las vistas increíbles al mar miran hacia el sur, también desde lo alto de un acantilado. El nombre proviene de que históricamente fue un punto de referencia para los piratas que se acercaban a la isla, y en el pasado también fue escenario de algunas películas.
La característica única de este faro en comparación con los otros es la presencia de una cueva natural, accesible a través de una escalerita que desciende por un agujero en la tierra, y que lleva a un mirador colgante sobre el mar, ¡una experiencia inolvidable!
El único aspecto negativo, si queremos buscarle uno, es la ligera dificultad para llegar debido a una carreterita estrecha poco apta para coches, pero que no debería disuadir a los más aventureros.
Puede que te sorprenda saber que los tres faros siguen activos y funcionando gracias a un moderno sistema fotovoltaico, que respeta el maravilloso entorno de Formentera.
Si aún no los has visitado, esperamos haberte despertado la curiosidad con esta información.
¡Te esperamos en la isla, que el verano es todavía muuuuuy largo!
#staytuned