Impuesto sobre el Turismo

También este año, con el fin de proteger y preservar el magnífico entorno natural que caracteriza a la isla de Formentera, el Gobierno de las Islas Baleares ha decidido introducir una nueva tasa que deberá ser abonada por todos los turistas que visiten este rincón del paraíso.
Esta tasa ha sido diseñada para hacer frente a las consecuencias del turismo sobre el territorio, las infraestructuras y los servicios básicos. Comenzará a aplicarse a partir del 1 de julio. Ya se había instaurado un impuesto similar hace quince años, aunque fue retirado posteriormente. La nueva tasa se diferencia de la anterior en tres aspectos fundamentales:
- En primer lugar, en el nombre, ya que ahora se llama "Impuesto del Turismo Sostenible", mientras que anteriormente era conocida como "Ecotasa".
- En segundo lugar, en la destinación de los fondos: en el pasado se integraban en la caja única del gobierno y se usaron para pagar deudas; en cambio ahora se destinarán exclusivamente a proyectos turísticos y medioambientales.
- Por último, en el organismo responsable de la recaudación: anteriormente eran los hoteleros quienes cobraban directamente el impuesto, y aunque seguirá siendo así este año, no se descarta que en el futuro también se encarguen puertos y aeropuertos, como se preveía en un inicio.
¿Cuánto cuesta la tasa turística?
Del 1 de junio al 30 de septiembre (temporada alta), la tasa será de 1 € al día por persona, con un descuento del 50% a partir del octavo día de estancia. En temporada baja, la tarifa se reduce a 0,50 € al día.
A esta cantidad base se aplicará un IVA del 10%.
¿Quién está exento del pago?
Estarán exentos del pago del impuesto las personas que se encuentren en una de estas categorías:
- Menores de 16 años
- Viajeros que participen en programas de turismo para la tercera edad
- Familiares de pacientes con problemas médicos que requieran traslado entre islas para tratamiento
Incluso los residentes deberán abonar la tasa si viajan y se alojan en una isla diferente a la de su residencia habitual dentro del archipiélago balear.
A diferencia de Cataluña, otras ciudades europeas que aplican tasas similares, como Bruselas, Florencia o París, ofrecen un turismo muy distinto al de las Baleares, centrado principalmente en el sol y playa. Muchos destinos del Mediterráneo no imponen ningún tributo similar, lo que convierte esta iniciativa en un caso particular.
Como ha declarado el Govern balear:
“Los ingresos obtenidos con este impuesto servirán para estimular el turismo sostenible y para conservar los espacios naturales.”
Una comisión parlamentaria con representantes de los diferentes partidos políticos, asociaciones del sector y sindicatos será la encargada de decidir el uso final de los fondos recaudados.